PÁGINAS

22 de octubre de 2012

Papilomavirus y lesiones del cérvix uterino en mujeres infectadas por VIH: importancia del tratamiento antirretroviral

Las mujeres infectadas por VIH tienen un riesgo mayor de cáncer de cuello uterino secundario por papilomavirus. Aparte de los controles periódicos del ginecólogo y la vacuna frente al papilomavirus, es importante conocer si el tratamiento antirretroviral puede cambiar este riesgo. En un estudio reciente, las mujeres con tratamiento antirretroviral disminuyeron su riesgo de tener citologías alteradas de cuello uterino, y en las que ya las tenían la posibilidad de regresión fue superior.
El cáncer de cuello uterino tiene mayor riesgo de desarrollrse en mujeres con VIH que en no infectadas. Este tumor se origina por los cambios producidos en las células del cuello uterino que se han infectado por un virus llamado papilomavirus.


La infección por papilomavirus del cuello uterino se contagia a través de relaciones sexuales, y con el tiempo puede derivar, en alto un porcentaje de los casos, en un cáncer.

Hasta ahora se utilizaban dos estrategias de prevención: Clásicamente, se recomendaba a las mujeres infectadas por VIH que se hicieran una visita ginecológica anual, y en esta revisión se les realizaba una citología de cuello uterino. Si no presentaba síntomas, la paciente solo debía seguir controles, y si era patológica debía seguir un tratamiento adecuado que dependía del estadio en que se encontrara la lesión. Una segunda herramienta que disponemos, desde hace poco tiempo, es la vacuna. En mujeres no infectadas por el papilomavirus, la vacuna previene eficazmente (casi un 100%) los nuevos casos de infección y los cánceres derivados. Sin embargo, en mujeres infectadas por VIH no se conoce el efecto del tratamiento antirretroviral en la incidencia, regresión y progresión de las alteraciones en la citología del cuello uterino.

En un estudio reciente realizado en Sudáfrica, se siguieron a 1.123 mujeres, y se analizaron el riesgo de aparición del cáncer de cuello uterino en mujeres que tenían una citología negativa en la primera visita. También se evaluó en este trabajo la asociación entre el comienzo del tratamiento antirretroviral y la posibilidad de regresión o progresión de las lesiones. Las mujeres que recibieron tratamiento antirretroviral y que tuvieron una primera citología negativa, tuvieron un 38% menos de posibilidades de tener una citología positiva posteriormente, cuando se compararon con las mujeres que no hicieron tratamiento antirretroviral. Además, en las mujeres que ya tenían lesiones y comenzaron tratamiento antirretroviral, la posibilidad de regresión espontánea fue 2.5 veces superior a las que no hicieron tratamiento.

Fuente: www.forumclinic.org

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